"EL HOMBRE DEL ACORDEÓN" CARLOS SERVÁN. Parte 2.

Carlos Serván

Ingresamos con pié derecho al mundo de los "chivos". No conozco su significado pero, era la manera como se conocía a las fiestas, en nuestro ambiente de musicos. Manuel Revilla, mi primer baterista, con nobleza que reconozco muy digna, optó por retirarse al no sentirse apto para el campo profesional. Lo lamenté mucho y así, cuando cumplía mi turno de locutor en Canal 4, gracias al colega Antonio Esparza, este me recomendó a un joven con ganas de integrarse a mi conjunto. Oscar Cornejo Purilla, muchacho de los Barrios Altos, se haría, luego de las pruebas respectivas, dueño del puesto. Me secundó con su ritmo y son en la mayor parte de contratos de nuestra carrera musical. En el blog ARKIV PERÚ se hace alusión al "Hombre del Acordeón" y su baterista "Papi", hoy ya abuelo y que venía con todo su equipo en un "Mini Manor". Todo un espectáculo para extraer sus instrumentos.

Teniendo de baterista al "Dolton" Fernando Bolarte

Debo agradecer el aporte de otros bateristas que tocaron para mnosotros. Alfonso Juárez, muchacho de Pueblo Libre, muy serio y disciplinado. A Don Raúl Sáenz, veterano percusionista que participaba en "Trampolín a la Fama" y un gran amigo al que tengo prendido en mis recuerdos. Jorge "Coqui" Neciosup, chiquillo de mata musical generacional y muy bueno. "Carita" Estrada", connotado baterista peruano. José Aponte, radicado en Estados Unidos y, el "Dolton" Fernando Bolarte, que le dio lustre al conjunto. En la guitarra, tendré que recordar siempre a Roberto Uceda, amigo al que admiraba con "Los Guajiros", notable trío romántico de los años 50 y que se iniciara con "Los Penecas", época infantil. A Carlos Monteodoro "Pitota", dueño de un tremendo "swing" tropical.

Con el acordeón "Frontalini".

Un elemento fundamental en la agrupación fue "Lucho" Vivar Galagarza, cantor especialista en todo. La cumbia, la salsa, el vals, la polca y la marinera. Sin dudas, el animador de las fiestas. Le entraba hasta el rock y su fuerte era "La Plaga". Debo reconocer que los boleros estaban a cargo de Roberto Uceda, convertido ahora en "Cantautor" y eterno amigo. Finalmente, un recuerdo para quienes se encargaban de nuestra movilidad: Juanito Barja y su "auto fantástico" y muy querido y recordado como "Cuchillo Loco"; Don Juán Malpica y su Couster con Luchito su hijo. Finalmente Enrique Robles, que muriera baleado por el terrorismo y enlutó nuestro corazón. Una mención especial al Ing. Rubén Copara, amigo y vecino que se prestaba a salvar los imprevistos y que reside en USA.

El piano fue igualmente nuestra pasión.

A Renzo Rubín Córdova, hoy todo un profesional "Speedy" e hijo de mi hermanón y vecino Antonio. "El Hombre del Acordeón" fue nuestro pasado y hoy somos "Carlos Serván y sus Teclas". Nos transporta en los últimos tiempos otro vecino, Don Carlos Durand. Ellos y mis músicos están en mi corazón. Igualmente todos mis dilectos clientes a los que saludo y agradezco por habernos concedido el honor de amenizar sus reuniones. Seguimos en la brega, pero ya no como en los primeros tiempos. La tecnología ha invadido el campo musical y  consecuencia de este fenómeno son muchas las grandes orquestas que han pasado al olvido. El poseer teclados con ritmos adicionales, nos permite seguir disfrutando de esta querida profesión que adoramos con pasión.

Acompañando a "Gaby Rossi" en Victoria Televisión

Esta en síntesis nuestra pequeña biografía. Hemos sabido alternar dos profesiones distintas, pero que han tenido relación y se han complementado muchas veces. La música y la locución nos han servido para consolidar nuestro futuro. Debido a ellas logramos adquirir nuestra vivienda propia y dar educación debida a nuestros hijos. No caímos en ningún vicio y el respeto ha sido nuestra norma de conducta. Vivirán por siempre, mientras existamos en este mundo, los recuerdos pasados en Radio Victoria, Central, La Crónica y sus radioteatros. Igualmente los 25 años de locutor y redactor de promociones en América Televisión Canal 4. Toda nuestra vida en lo que mas nos agradó. Suerte la nuestra. Con todo cariño para nuestros hijos y nietos. ¡Viva la música! Gracias.