"EL CHOLO BERROCAL". ¡LA VOZ SENTIMENTAL DE CARAVELÍ!. "EL PAYASO".

"El Cholo Berrocal"

Parte del sentimiento acumulado en su ser, porque era un hombre solitario y retraído, se debió al mal que desde niño afectó su visión. Isidoro Berrocal Coronado no era totalmente ciego y nos confesaba, allá por 1957, que existían condiciones para recuperarla con una operación sólo realizable en el extranjero. Su mundo estaba entregado al canto y a su guitarra. Se le escuchaba por la radio y solía cantar el vals "Cholo" de Laureano Martínez Smart, famoso al  haber sido grabado por "Los Mensajeros del Perú" con Luis Abanto Morales. Allí nace posiblemente su estilo. En un principio se le confundía con el "Cantor del Pueblo". Su primer 45 RPM, con la guitarra de Modesto Pastor en el acompañamiento, le permitía también lucirse como magnífica primera guitarra. Tendría que pasar un buen tiempo para lograr el éxito total.

El muchacho de Caravelí.

En efecto, su voz se prestaba para ese tipo de interpretaciones muy sentidas y nostálgicas, sin necesidad del canto estridente y más bien de estilo cadencioso. Dejaría el Isidoro, su nombre real, para convertirse en "El Cholo Berrocal". Este muchacho de Caravelí, solía presentarse en el programa "Fantasía Infantil" de Lucerito del Valle en Radio Victoria y subía al auditorio acompañándose con su propia guitarra. La misma época, año 1954, en la que aparecía como figura infantil Maritza Rodríguez. Quien reseña esta nota, realizaba sus primeras labores de locutor comercial y vio surgir también a César Zúñiga y María Olivos. Hubo un cantorcito que cantaba el repertorio de Daniel Santos como "Humbertito Rodrígues", más tarde extraordinario periodista peruano.

Su éxito fue "El Payaso".

Por aquellos tiempos conocimos a Salomón Díaz Hernández, joven compositor que nos visitaba en los bajos de la Cabaña y dedicado a la venta de artefactos eléctricos. Recién casado, en el 58, recuerdo que le adquirí mi primera licuadora y allí nació nuestra amistad, la que se ligó al "Cholo Berrocal", puesto que era su amigo y acompañante y ensayaban en su casa de Surquillo. Siendo vecinos, no tardamos en acoplarnos al conjunto como acordeonista, instrumento musical que aprendimos con tenacidad y ganándole al tiempo a base de tocar en jaranas a todo vapor.  Empezamos una serie de presentaciones artísticas, secundando al inolvidable "Cholo Berrocal". Nos encargábamos de hacer bailar y alegrar a los concurrentes. Fue el inicio de "El Hombre del Acordeón", como nos bautizara Humberto Martínez Morosini. en "Cincomanía" por Panamericana Televisión.

Con Modesto Pastor y Braulio
Hito en las guitarras. 

El tema más solicitado fue sin dudas, "El Payaso" y que, al grabarlo, le abrió las puertas del triunfo. De autor anónimo, fue pretendida su autoría por varios artistas a los que el propio Berrocal desmintió. El la aprendió en Caravelí de muy niño, oyéndola a un "viejito" y que le decía que no conocía al autor. Por el año 2000, más o menos, cuando Juán Mosto presidía la APDAYC, se publicó en el diario El Comercio de Lima, un reportaje al autor de "El Payaso". Resultó ser mi amigo Salomón Díaz Hernández. Huelgan los comentarios. Se acabaría esta relación musical con el "Cholo Berrocal", al ingresar nosotros al equipo de los casados. Empezaría igualmente para él, la fama, los éxitos discográficos y las giras por todo el territorio nacional. Mantuvimos, por cierto, nuestra inquebrantable amistad.

A su retorno de USA.

Como es normal en los artistas, el éxito hay que buscarlo viajando. Respaldado por la fama alcanzada y con todos los ímpetus de su personalidad, emigró a los Estados Unidos. En cierto modo, desapareció de los ya tradicionales ambientes y nos acostumbramos sólo a oírlo a través de sus discos. Trabajábamos en Canal 4 y se nos ocurrió una mañana de sábado, visitar Radio Victoria en la Av. Tacna. Conversábamos con Juán Ramírez Lazo y su secretaria anunció que había llegado "El Cholo Berrocal". ¡Qué sorpresa! Era otro. Había recuperado la visión gracias a ser intervenido en el país del norte. Nos miró a ambos y por supuesto que nos reconoció por la voz. Lloró de encontrarse muy feliz en su tierra y hubo gran celebración. Nos contó todos sus esfuerzos y que retornaba con muchos deseos de volver a triunfar en su tierra.

El Cholo y Braulio Hito

Días después se presentaría en "24 Horas". La entrevista se vio interrumpida porque la emoción lo embargó y llegó a las lágrimas, mostrándose muy sensible. El Berrocal que conocí en mi juventud y que siempre se mostró algo desconfiado, quizá por su impotencia de ver normalmente, esta vez, ante las preguntas del entrevistador, no pudo controlarse y nos dio mala espina su comportamiento. Poco tiempo después, en 1984, Isidoro Berrocal Coronado, "EL CHOLO BERROCAL", nos dejó para siempre. Su corazón no resistió tantas emociones y se quebró para siempre. Su voz resuena cual un triste "Payaso". Mantuvo escondido su drama y supo disimular por mucho tiempo su honda pena, pero no ha muerto en el corazón de los peruanos que siguen cantando sus canciones por siempre. Gracias.