Actriz Comediante de Lujo. |
El otro medio era la radio. Allì triunfaban Jesús Vásquez, Delia Vallejos, Jael Bejarano etc. Locutores de fama eran Nelson Arrunátegui, Fidel Ramírez Lazo, Carlos Alfonso Delgado y otros. Las estrellas radiales triunfadoras eran las del radioteatro: Lucy Smith, Roberto Salinas, Juan Carlos Croharé y muchos màs que no tendríamos lugar para nombrar a todos. Pero, el teatro y el cine de barrio eran el mejor escenario para que todos ellos, se lucieran en vivo y en directo. Y Carlitos Pous y su revista artìstica triunfaron allí.
Este prolegómeno nos sirve para ubicar los inicios de Alicia Andrade, una guapa chiquilla que impresionaba por su belleza y simpatía. Ya tenía sus pinitos radiales y hasta había probado actuar en el radioteatro. Muy inquieta y dueña de una personalidad juvenil muy singular. Dominaba el baile, sabía participar como actriz en las comedias musicales, mejor dicho, se había ganado un lugar en aquel medio de la actuación y con propia luz. Recuerdo mucho los buenos comentarios de Consuelo Rey, actriz española refiriéndose a Alicia.
Su amor a las tablas hizo que partiera al extranjero con Carlitos Pous. Este cubano que dejò huella en Lima y en muchas provincias peruanas y que, además, actuaba pintado de negro emulando a un famoso actor de Hollywood, triunfador del cine, extendió sus giras por toda Sudamérica y nos enteraríamos años después que Alicia Andrade, actuaba con gran éxito representando comedias a nivel internacional. Sin temor a equivocarnos tuvo felices experiencias en España y eso es lo que se comentaba en los radioteatros.
En 1955, mas o menos, se hablaba del retorno de Alicia al Perú. Quién se iba a imaginar que esta dama del teatro comediante llegaría a la popularidad en una especie de transformación metamorfósica y en programas televisivos como "El Tornillo", "Risas y Salsa" y "Estrafalario". Todos la evocan como "Doña Cañona" y con esa imagen, de la que queremos rescatarla, la despide la prensa y la televisión actuales. Sucede con muchos actores que terminan identificándose con el personaje, hasta perder su propia identidad.
Al completar esta reseña de Alicia Andrade Ross, va mi homenaje póstumo a lo que fueron sus actuaciones en el mejor de sus tiempos. Grandes personajes del teatro tuvieron que vender su arte por la necesidad de seguir vigentes en la escena. Caso de Jorge Montoro, un serio actor que se convertiría en "el poeta hippy" y otros locos personajes. Siempre la recordaremos a Alicia Andrade, como la bella y juvenil bailarina. La actriz de las comedias de altura y, sensíblemente, en lo que fue su epílogo. Por tu arte y simpatía únicos, ¡Gracias!.
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