JUVENAL MALPARTIDA, UN GRAN CÓMICO DE CERRO DE PASCO Y FAMOSO COMO "PACHITEA".

Juvenal Malpartida.

Esta mente mía está para evocar. Poco a poco voy extrayendo de mis vivencias a personajes queridos de la radio y de la televisión. En este caso, es un artista que triunfó en los teatros y cines de barrio de todo el Perú. Viajó incansablemente por los escenarios de provincias, aquellos en los que los espectáculos de géneros diversos, llámense "Embajadas Musicales Folklóricas", "Cancionistas Criollos", "Compañías Teatrales" o simplemente "Comediantes". A este último grupo perteneció Juvenal Malpartida "Pachitea". Era 1949 y con mis 15 años de edad y buena estatura, me las ingeniaba para ingresar a esos espectáculos  

El famoso "Varieté" o variedades simplemente. Un desfile de luminarias de la radio que incluía cantantes, "presti-digitadores" o magos, bailarines y "ventrílucuos" con sus muñecos hablantes. No existía la malicia ni la lisura y  grosería que hoy se da en los llamados imitadores. Era la época todavía de Edmundo Moreau, Angel Crespo "Pelito" y Paco Andreau. Alguien más: "Alex Valle". Bailarines estrellas como "Luis Rebachea". Los "setentones" como yo deben recordarlos. Entre esos famosos se presentaba un joven provinciano que no necesitaba imitar a nadie para lograr un personaje. 

"El Bodeguero" con Pachitea en Radio Central.

Copiando el dejo de un típico hijo de la provincia de Pachitea en Huánuco, saltó a los escenarios a contar historias. Se me quedó grabada la del niño que respondía sobre la tabla de multiplicar y con ese sonsonete característico llegaba a la del 2: "2x2, 4; 2x3, 6, etc.". Cuando llegaba a la tabla del 3, sólo tarareaba el sonsonete. ¡Es que sabía nada más que la música! Con estos chistes ingenuos y contando más de una aventura, "Pachitea" se impuso con su arte. Por aquellos años triunfó "La Escuelita Nocturna" en Radio Central y actores como Carlos Egoaguirre que personificaba al "Profesor Pajonales", Benjamín Ureta, el niño repetitivo llamado "Valecuatro" y otros sentaron cátedra de buen humor. Libretos de "Pedrín Chispa".

"Pachitea", era el niño provinciano que cuando se le decía que era feo, respondía: "No seré lindo pero soy un melocotón". Una audición de éxito y que no tenemos espacio para describirla mejor. En la década del 60 y, cosa curiosa, en la misma emisora radial, a Felipe Sanguinetti que era el Director Artístico, se le ocurrió crear el programa de concurso y de regalos "El Bodeguero". El personaje conductor recayó en mi y el ayudante, "el cholito", nada menos que "Pachitea". Diariamente a las 12 del día. Sintonía bárbara y era un "tete a tete" con Juvenal que siempre tenía una ocurrencia genial. Al principio nos guiábamos por un libreto. Luego, debido a las intervenciones del público concursante, se nos dejó la creatividad. 

Líos con Pachitea en "El Bodeguero".

Nacería allí una amistad con Juvenal Malpartida que, luego de cada audición, terminábamos diariamente en un famoso "recreo" de la calle Belén o Amargura y entre "emparedados" y "piqueos" y, sobre todo, la cerveza, se nos iban las horas. Allí llegaban el famoso futbolista "Pichón" León de la "U" y el que fuera famoso cantante de años atrás, Billy Billiers. Como lo dice un tango, aprendí todo lo bueno y todo lo malo. Aquella etapa solamente duró el tiempo que realizamos "El Bodeguero". ¡Felizmente! Llegaría tiempos después la televisión y el programa "Estrafalario" dirigido por Felipe Sanguinetti. 

Una mezcla de la "Escuelita Nocturna" y "Loquibambia", grandes éxitos de la radio en el pasado. Allí, entre actores e imitadores como Guillermo Rossini, César "el loco Ureta" y otros, Juvenal Malpartida "Pachitea", puso punto final a su carrera artística. Era frecuente encontrarnos allá por 1974 en la urbanización Santa Isabel de Carabayllo en la que resido y en la que tenía un hermano, excelente periodista y amigo nuestro también. Ya los años habían hecho mella en su persona y la falta de actividad en los escenarios le crearon una lógica depresión. No era el mismo "Pachitea" de los tiempos gloriosos. Me enteraría de su muerte y lo sentí mucho. No pudimos repetir lo que hicimos en el famoso "Yambao" de la calle Belén. Fue un extraordinario comediante del que fui su amigo. Gracias.