¿SE ACUERDAN DE "SAGITARIO", EL DE LAS RUMBAS FLAMENCAS EN LA DÉCADA DE 1970?

"Sagitario"
Juán Manuel
Oleagoitia

Nos llevamos una gratísima sorpresa al encontrar en los comentarios de "Leo Amaya" un agradecimiento por acordarnos del famoso trío español "Los Jai Alai", Cachi, Agustín y Paquito, que nos deleitaban con los temas tradicionales del repertorio peninsular. Dueño del comentario es Juán Manuel Oleagoitia Murillo, que en primera intención no nos decía nada. Cuando acotó que acompañó en giras a Roberto Tello y nos habló generosamente de nuestro gran cantante, se nos metió en el cerebro que se trataba de alguien conocido. Finalmente descubrimos que este Juán Manuel, era nada menos que "Sagitario", hijo del "Cachi", el acordeonista de los "Jai Alai", y figura estelar con sus rumbas llenas de alegría y versos salerosos que nos deleitó desde la década del 70.

Posa entre Belén y Olguita.
Sus encantadoras hijas.

Así es amigos. Radica en Guayaquil, en el Ecuador y ha sentado su permanencia casándose y trayendo al mundo a dos chicas guapas, Olguita y Belén y con gran talento para el canto. Voces estupendas y oído mejor. Cantan un "Ave María" impresionante y la mayor, una balada que es un lujo oírla. Es turno de "Sagitario", el de las grandes patillas, pantalón "palazo" y zapatos "makarios" entonando "Rumores", "Aguita para la niña", "Te voy a enseñar" y "Tumba camarón" entre otros temas, en esta reseña que esperamos lo pinte de cuerpo entero..

Foto del abuelo "Sagitario"
saciando la sed de su nieto.
La belleza es su hija.

Hizo radio y televisión en Lima y por el 82, decidió viajar en busca de nuevos horizontes dando por terminada su vida artística en el Perú. Dirigió su mira al norte y pronto se estableció en Guayaquil y cuando menos lo pensaba perdió la soltería y en complicidad con la mujer que le quitó los sueños, trajo al mundo a dos encantadoras hijas. Había que empezar de nuevo y sus armas eran sus dotes de autor y arreglista. La experiencia de "Sagitario" se tenía que demostrar y se dedicó a las grabaciones publicitarias con su propio estudio.

Cantándole al Barcelona
en su propio estadio.

Juán Manuel, ya es abuelo y muy feliz con un nieto de 8 meses que es su "chochera". Las hijas estudian en la Universidad Católica. Una como música y la menor Psicología. Viven con la abuela, su madre, Doña Maruja Murillo Cabezas que es guayaquileña y porque, luego de 10 años de matrimonio, se divorció. Goza de una buena situación y es muy popular porque le compuso una canción al "Barcelona de Guayaquil" y todo el mundo canta con él en cada partido que le toca jugar. Es decir que "Sagitario", se mantiene siempre vinculado al canto y al arte. La foto de la derecha es elocuente. Canta su canción dedicada al "Barcelona" y dirigiéndola desde el centro del gramado de su monumental estadio. ¿No es fabuloso?

En su estudio y siempre al
lado de buenos músicos.

Antes de realizar esta reseña, me deleitaba escuchando sus grabaciones, las que ha tenido la gentileza de enviarnos y que nos remontan a un ayer, todavía cercano, pleno de añoranzas. Ya no es el movedizo joven que cautivó al público con  sus cantos y bailes siempre alegres. Por algo es autor, aunque Ud. no lo crea, de "Echa Muni", una rumba contagiante y unos versos que dejan reflejar su hinchaje por el cuadro de "los 3 gatitos", aquel de Vides Mosqera, Tito Drago y Caricho Guzmán. Su homenaje a tan popular club es eterno, hoy luchando el ascenso, y siempre está pendiente de cada partido. Un fanático completo.

Se hizo fanático del Municipal porque eran amigos de su padre los recordados Eduardo González, defensa boliviano y José "chiqui" Azofra, delantero español, estrellas en aquellos tiempos del cuadro edil o, como el lo afirma, porque Dios lo quiso así. Gracias Juán Manuel Oleagoitia Murillo, inolvidable "Sagitario", la próxima será otro recuerdo con los "Jai Alai". Los invito a leer un reportaje en Internet con respecto a "Echa Muni"( www.loslocosdesiempre.com ) y de seguro compartirán momentos muy agradables todos los del cuadro de la franja roja. Ha sido nuestro recuerdo y homenaje al amigo eterno. Gracias.