Faltan 12 hora para que el 2010 se vaya. Un año para nosotros positivo al ciento por ciento. Cumpliendo las metas trazadas y Gracias a Dios, con fuerzas y deseos de continuar en esta vida hasta concluir realizando mis ideas, que no pueden ser sabias, pero que me alimentan el espíritu. La felicidad me embarga cada vez que recibo un saludo, un mensaje, un correo o un telefonazo, como el de Jorge Eduardo Bancayán a quien evoqué ayer en una de mis reseñas y hoy me llamó para manifestarme su contento y que me haya acordado de él.
¡Ese es el gran Premio! No percibimos económicamente nada, ¡Qué interesa! Se me hincha el corazón de regocijo, cuando un querido compañero de la locución se siente halagado por mis modestos escritos. No tienen idea de cuántos son los colegas que recuerdo. Unos, se fueron a esperar el Juicio Final. Otros, continúan en el Valle de Lágrimas, sufriendo estoicamente la vejez. Muchos más, todavía ejerciendo esta noble profesión. Son mis hermanos y que, con su aliento, engrosan aún más este club cibernético de Locutores y Artistas en el Perú.
Un Marzo del 95 renuncié a mi último trabajo estable. Me entretuve creando "Musiencuentros" en Radio Nacional, una especie de adelanto radial a estas reseñas. Con Juán Felipe Montoya y José Ugaz Espejo, nos dedicamos a evocar a las leyendas del canto y de la locución. "Las "chibolas" que nos oían, no bajaban de los 60 abriles. Tuvimos un mar de "fans" de la Tercera Edad. ¡Qué satisfacción! Conservo cartas y fotos de esa maravillosa experiencia y ahora, en estas reseñas, siento el inmenso cariño de todos mis amigos.
Ya olvidé todo lo malo. Las envidias, los malos deseos y las ingratitudes. Sólo cuento con mis recuerdos positivos y los transmito a mis hijos y, si alguien se contagia en este camino de mi dicha, ¡en buena hora!. No hay tiempo para perder. Los años corren como si fueran niños y nos sacan mucha ventaja. No claudicamos y estamos venciendo a los males, recordando y escribiendo. Quizá aquí radique una receta para combatir el flagelo del cancer. Lo dice mi oncóloga, la Dra. Patricia Pimentel y le creo. ¡Hagan lo mismo con Amor!.
Otro secreto: ¡los nietos! Volvamos a ser padres. Quizá nuestros hijos no gozaron del verdadero afecto que emana de nuestro corazón. Éramos extraños en la casa por las salidas al trabajo. Allí está la virtud de una buena madre, a la antigua, entregada en cuerpo y alma a la crianza de sus críos. Yó, bebo de esa niñez su limpieza de alma y me regocijo cuando siento sus caricias. No tengo años. Juego con ellos, convertido en un tercer niño que quiere aprender a hablar y en ese incipiente idioma nos entendemos. ¡Qué bonito!
¡Gracias 2010! Te abrazo por haber sido tan generoso conmigo. Dile al 2011, que repita el plato. Que nos siga ayudando e ilumine a los de la industria radial y televisiva para que sus locutores ganen más. Incluyo a los artistas que son nuestros hermanos. Para qué esperar beneficios políticos. Adelántense y comprobarán que es más fácil hacerlo con todos contentos. Mi cariño a la Asociación de Locutores del Perú y recordándoles que sin Unión y Colaboración, sólo se consigue NADA. ¡Feliz Año Nuevo Perú! Gracias.
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