Es increíble el poder de la memoria y para que esta se active, debe existir una buena motivación. Siempre extraeré de ella, los recuerdos de la década de 1950, mis inicios como locutor, narrador y actor de lo que era el atractivo principal de aquella época: el radioteatro. También, muchos personajes que gracias a su talento en el canto, llamaron poderosamente mi atención. Es el caso de Hernán Rebaza, joven como yó y con entusiasta proyección en el camino del arte. Sorprendio por su cálida voz y su repertorio amoroso.
Repetiré siempre que fue una etapa de audiencia que agregaba mucho su imaginación. El timbre de voz era muy importante. A través del disco se imponían cantores como Leo Marini, Gregorio Barrios y Hugo Romani por nombrar sólo tres. Sufríamos decepciones impresionantes cuando acudíamos a verlos en persona. Sea en el auditorio de la radio o en algún escenario teatral, muchas veces, estas grandes voces, no poseían el más mínimo arte de movimientos adecuados a sus interpretaciones. Eran cantores sólo de discos.
En la radio sucedía lo mismo. Hernán Rebaza, de interpretaciones vocales muy bien logradas, estaba entre los cantores que no tenían dominio de escenario. Un artista sencillo pero de simpatía especial. Superaba lo que hoy es indispensable en la televisión: dominio escénico. Un provinciano que aspiraba al estrellato radial y lo conseguía paso a paso. Natural de Huamachuco, identificarse con su tierra, era parte de sus actuaciones y en el auditorio, tanto Carlos Alfonso Delgado o Marco Antonio Castro, lo identificaban así.
En aquellos tiempos estaban de moda "Contigo en la Distancia", "Dos Almas" y "Amorcito Corazón", tres de los boleros que Hernán Rebaza incluía en su repertorio. Participó en muchas emisoras locales pero fue en Radio Victoria, en sus años gloriosos de "La Cabaña", en la que logró sus mayores triunfos. Nuestra época inolvidable y en la que logramos una amistad que hoy resalto en esta reseña. Pasados muchos años y cuando en 1970 ingresamos a América Televisión, sucedió un gran reencuentro.
En efecto, en esos nuestros paseos por Santa Beatriz, nos dimos con Hernán Rebaza. Seguía ligado a la radio y había incursionado en el ámbito publicitario. Siempre cordial y nos dimos el gusto de acompañarlo en una reunión familiar que congregaba a linda gente de Huamachuco. Se distinguía cantando y nuestro acordeón electrónico y agrupación instrumental, se entregaban a seguirlo en cada bolero. Otro querido colega locutor, Luis Flores Ledesma, paisano y primo de Hernán, participaba de aquella alegría.
Precísamente, indagando por este gran cantor peruano, recurrí, a través de este medio, a Lucho Flores que radica en los Estados Unidos y supe que HERNÁN REBAZA, "La Voz Romántica de Huamachuco", había partido al más allá hace buen tiempo. Cumplo con mi misión y esta reseña es una muestra de lo que nos hemos propuesto: reivindicar a los artistas que, como consecuencia del tiempo pasado, cayeron en el olvido. Están los famosos y los que intentaron serlo. Es un justo homenaje. Gracias.
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