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miércoles, 23 de febrero de 2011

"GLORIA MARÍA URETA TRAVESÍ". ¡ACTRIZ ESTRELLA DE LA RADIO Y LA TELEVISIÓN!

Gloria María 
Ureta Trtavesí
Es verdaderamente grato referirme a Gloria María. No puedo olvidar, en la época de Telecentro, su enérgica invocación para que asumiera un papel actoral en una telenovela de Canal 4. La verdad es que estábamos muy desligados de lo que, mucho tiempo atrás, épocas del radioteatro, habíamos experimentado. Me causó gracia su talante y modo de recriminarme por mi rechazo a hacer un personaje y quizá, porque habíamos perdido ese ritmo tan añorado de los ensayos con sus padres queridos Elvira Travesí y Juán Ureta Nille.

Madre e hija. ¡Qué regalo!
La vi tan preciosa y llena de esa personalidad que me cautivó en épocas de juventud en Radio "El Sol". Cuando practicaba la fotografía y el dibujo, aquellos sus momentos de memorizar sus roles teatrales, como una dama extraña a lo que la rodeaba, gesticulando y conversando sóla. Era su mundo de actriz. Nosotros llegamos a ser lectores e intérpretes de libretos pero, nada más. Nacimos huérfanos de ese talento especial que adornaba a la familia Ureta Travesí y que siempre admiré. Algo difícil e inalcanzable.

Lindo panorama con Gloria María Ureta.
Por la década del 50 del siglo anterior, ya como locutor en radio "Victoria", recuerdo que narramos un desfile de carros alegóricos en tiempos como los de ahora, del Carnaval. Gloria María, una quinceañera todavía, fue coronada Reyna de los Artistas y era un atractivo verla, saludando a sus admiradores desde su trono en aquel carro majestuoso. Tiempos que no volverán y ojalá, nuestra querida amiga y actriz, ahora en España, evoque con la misma y real añoranza de este "plebeyo", un súbdito que jamás la olvidará.

Liz, Elvira Travesí, Juán Ureta y Gloria María
Lo he manifestado en las reseñas de Elvira y Gloria Travesí. Guardo especial afecto a estas damas del Teatro Nacional. ¡Cómo dejarlas de mencionar! Esas tardes con Chabuca Granda y nosotros atrevidos tocando el piano, ejecutando una composición nuestra, contando con Gloria María Ureta, Manuel Obregón, Carlos Gassols y todo el elenco, de oyentes. ¡Qué lujo! Fueron tardes inolvidables. Liz Ureta, todavía una niña, ya sentía los impulsos genéticos de la actuación y se contentaba con los mimos de todos.

¡Por supuesto... "NINO"!.
Ya lejos de esos años nostálgicos, llegarían los triunfos de Gloria María Ureta en la televisión. Sin ninguna duda fue "Nino", una historia con Enzo Viena y ella como la heroína. La "cojita", la sencilla y dulce Bianca, un personaje que supo sacarle partido con sus extraordinarias virtudes de actriz. Como muestra de aquel tiempo pasado, creo que el botón que representa todo el trabajo de nuestra compatriota. Se podría decir "de tal palo tal astilla", reconociendo su procedencia genética, nada menos que de Elvira Travesí y de Juán Ureta Mille.

Liz, Elvira y Gloria María. 
Si desean conocer algo más de su trayectoria en este arte, hay amplia información en este mundo dedicado a los artistas en Internet. Nosotros, nos limitamos a reseñar aspectos de nuestra modesta existencia y que nos ligó a los grandes actores de otros tiempos. Ha sido muy alentador para nuestro espíritu, evocar a GLORIA MARÍA URETA TRAVESÍ. Un cariño especial para ella y Liz, ambas  muy lejos físicamente pero, cerca en los corazones de millones de peruanos que disfrutamos de sus actuaciones. Gracias. 

lunes, 14 de febrero de 2011

ARMANDO ROBLES GODOY. UNA RESEÑA DEL CINEASTA PERUANO DESDE MI BUTACA. HIJO DE DANIEL ALOMÍAS ROBLES, AUTOR DE "EL CÓNDOR PASA".

El de "La Muralla Verde"
"Armandito",  lo digo con cariño, el niño que nació en este mes de Febrero, un 7 de 1923, hijo de la dama cubana Carmela Godoy y del compositor huanuqueño Daniel Alomías Robles, llegó no transportado por una clásica cigueña, sino por el condor aquel que inmortalizara su padre. Se me hace difícil ver aterrizar en Nueva York a semejante ave, la que con el correr de los años, no sólo consiguió aquello. Voló por todo el mundo y en cada país se posó y dejó su huella. Armando Robles Godoy, sintió el peso de "El Condor Pasa", que ha sido grabado por muchos cantantes, orquestas y solistas del mundo del espectáculo. Un orgullo para el Perú y que, sin la menor duda, marcó su existencia. Su padre fue un gran compositor y musicólogo "guadalupano" y que abandonó la Medicina que estudiaba en San Marcos para dedicarse al arte de la música.

Para un personaje tan especial y polémico, me imagino sería una carga, casi un lastre que lo acompañaría toda su vida. ¡Por supuesto que era orgulloso de su padre! Sacarse al "condor" de encima, lo obligó a ser como fue. Creativo y genial. Con filosofía propia. Algo incomprensible que, finalmente, le dio resultados a su ego. Porque emergió en un mundo sin condiciones para ejercerlo. El del Cine. Aquél que no cuajó y quedó estancado en los intentos de "Los Palomillas del Rímac", "Gallo de mi Galpón" y otra filmaciones de antaño. Podríamos agregar "La Muerte llega en el Segundo Show", allá por los 60, un fiasco que no tuvo, con toda seguridad, la aprobación de Armando.

Armando el "filósofo".
He sido poco cinemero y flojo lector. Por lo tanto ser critico no es mi fuerte. Podría decir que hago este análisis basado en mis propias experiencias. Recuerdo que tuve ocasión de asistir al Hotel Carusso a una reunión de gente ligada a este arte y entre ellos observar a Armando Robles Godoy. Ostentábamos como invitado la presidencia de la Asociación de Locutores del Perú. Título muy rimbombante y nada más. Había otro "Gastón" de la cocina, un francés que también hacía cine y con el que dialogué poco, acomplejado por mi incultura en este campo. Mi intento llegó limitadamente a la fotografía de aficionado..

Se trataba de discutir algo sobre el futuro del Cine Peruano y que, a la larga, entre polemizadores y eruditos que todo lo sabían, hizo monótona la sesión. Debo confesar que quedé impresionado de Armando Robles Godoy que, en pocas palabras, conociendo sus antecedentes y fama en los diarios y la televisión, lo supuse un intocable. Nada más falso. Tan natural para todo y agradable diciendo sus lisuras, que guardo su imagen, tal como fueran grabadas en estas mis retinas que ya empiezan a fallar. Un personaje especial al que no agregaré nada de mi cosecha porque podría causar su enojo. Hasta ahora me había resistido en el intento de reseñarlo y que hubiera sido posible cuando nos conmocionó con su triste partida.

"Muchos Desencuentros"
Me hago merecedor a reseñar a Armando Robles Godoy, gracias a la revista "Butaca" de la Dirección de Cine y Televisión de San Marcos que me enviara mi amigo Mario Pozzi-Escot Parodi, profesor, cineasta e investigador incansable que me honra con la amistad que le profesa a Juán Carlos, mi hijo. Encontré interesantes artículos de prestigiosas personalidades que le rinden homenaje al gran Armando. Citaré a Mariano Querol, Víctor Delfín, uno propio de Mario Pozzi y en especial el de su hija Marcela Robles. Año 2010.

La biografía de Armando Robles Godoy, está al alcance de todos en Internet. Esta es sólo una reseña para "Artistas en el Perú" y que incluyo como algo especial del arte cinematográfico en nuestra Patria. Pondero su recio carácter, su franca manera de pensar y su inagotable esfuerzo por alcanzar sus metas. Es un personaje histórico con el que concuerdo mucho y entiendo cada vez mejor. Increíble su final y que corrobora que acompañarse con "la verdad verdadera", a todos, nos afecta por igual. Mi modesta admiración Maestro Armando. Hacer cine en el Perú es cosa de locos y Ud. no lo fue. Hay pruebas de su arte como "Ganarás el Pan", "En la Selva no hay estrellas", "La Muralla Verde", "Espejismo", "Sonata Soledad" e "Imposible Amor". Para qué más. Así como existe un "OSCAR", sugiero un "ARMANDO" para el Cine y la Televisión en el Perú. Gracias.

sábado, 5 de febrero de 2011

AURELIO COLLANTES ROJAS. "LA VOZ DE LA TRADICIÓN". VERDADERO RECOPILADOR E HISTORIADOR.

Aurelio Collantes R.
Polémico y muy exigente para afirmar sus experiencias en el mundo de la canción criolla. Lo recuerdo como animador de "Los Embajadores Criollos", en sus presentaciones teatrales. En especial en el "Miraflores", sala de barrio que se copaba al extremo. Aurelio Collantes, de fácil palabra y un dominador del escenario, impactó mis iniciales impulsos de llegar algún día a esta querida profesión de locutor. De voz clara y casi un actor, cuando dramatizaba la historia de "Tirifilo y Carita" y el escenario se sustraía a su narración. Aquel duelo entre hampones de la vieja Lima, está en nuestra memoria, imperecedero.

Antes de nuestro ingreso a Radio Victoria, éramos seguíamos esos espectáculos. Aurelio, era el obligado presentador de las estrellas del "Varieté". No existía la televisión y el público concurría en masa a conocer a sus estrellas. En 1954, debutamos como locutor y José Lázaro Tello, conociendo mis inquietudes por los artistas, nos llevó al "Carlos A. Saco" y allí, en persona, conocimos a "La Voz de la Tradición". El animador de los cines de barrio que creíamos un gigante, sin exagerar, resultó una persona sencilla y cordial. Un mounstruo en el escenario y fuera de él, la humildad. Unos buenos tragos matizaron esta experiencia.

Leía en el "Cancionero de Lima", las bases para la elección de "La Reina de la Canción Criolla". La revista auspiciadora era "La Lira Limeña". El organizador Aurelio Collantes. Año 1939 y triunfadora absoluta nada menos que Jesús Vásquez. Desde allí, pese a que se organizaron nuevos eventos con el mismo fin, se hizo dueña absoluta de ese trono que lució con orgullo hasta sus últimos días. ¡Qué importante fue Collantes! Un recopilador que lucía en su hogar y con orgullo, discos y fotos de una historia pasada mejor. Supo vivir la tradición y la hizo respetar a través de sus escritos publicados. Un verdadero historiador de lo nuestro.

Disco 78 RPM. con "Parisina"
Tuve un tremendo respeto a su persona y no toleraba las tomaduras de pelo que ignorantes de su pasado, se atrevían a hacerle. De aquella época con José Lázaro Tello, guardo gratos recuerdos de Aurelio, una viviente enciclopedia y a quien, en los años 60, cuando tuve ocasión de animar "Lo Mejor del Criollismo" en "Victoria Televisión", rendimos un justo homenaje. Observaba a un Collantes muy resentido con el trato que se daba a los artistas de lo nuestro. Compuso en 1938 su primer vals "Abajo el Puente" y tuvo en "Parisina", ya en los 60, ocasión de escribir la historia de una francesita que murió trágicamente en Lima. La música la puso Domingo Rullo y fue éxito de "Los Morochucos".

Nos contaría que en 1956 publicó "Historia de la Canción Criolla", con una recopilación de fotos increíble y que mostró en el programa. Así también "La Historia de la Marinera", escrita un año después. Otro libro de su autoría fue "Pinglo Inmortal", un verdadero documento de información sobre el bardo limeño. Lástima que ya no existan sus escritos dedicados a Pedro Bocanegra, con todo su dramático final de abandono. Tenía en la "Andarita", un motivo para demostrar sus condiciones de recitador y hablar del legendario Luis Pardo en muchas entrevistas radiales. 

"Voz de la Tradición"
Nació en Lima el año 1913 y estudió en una escuelita bajopontina. Fue el sitio en que forjó su amor a todo lo criollo. No tengo la fecha de su deceso y lo vería por última vez en "Lo Mejor del Criollismo" y, dentro de lo que le ofrecía la vida, entre amarguras e incomprensiones, se perdió en el olvido. Nadie podrá arrebatarle su identificación como "La Voz de la Tradición". Tenía arte para decir las cosas y sus vivencias y recopilaciones las atesoró y lamento no saber que destino corrieron. "AURELIO COLLANTES ROJAS", un ejemplo de peruano que enarboló la bandera del criollismo como nadie. Mi admiración repetida para él y que se sepa en esta reseña que fue único. Gracias.