"Romy Neyra". |
A lo largo de mi recorrido reseñando a artistas peruanos e internacionales que dejaron huella en el Perú, siempre pienso en aquellos dedicados a cantar lo nuestro, lo de tierra adentro. Una de las primeras estrellas que traté fue "La Pastorita Huaracina" y así han ido desfilando compositores, poetas y buenos intérpretes. Me da gusto en esta ocasión reseñar a "Romy Neyra", un alto valor de Ayacucho y al que hemos tenido el inmenso placer de oír a través de Facebook, donde nos regala esta bella música y un repertorio propio. Deseo así apoyarla, porque canta por amor la música.
No tiene mi edad, es de una generación actual, pero como me sucediera en la época que fuera estudiante, una de mis aspiraciones era estudiar el piano. Ser músico. La Gran Unidad Escolar "Tomás Marsano" había sido inaugurada en 1950 y tenía dicho instrumento y profesor para quienes tuvieran vocación y condiciones. Un requisito era poseer piano para poder practicar y la autorización paterna. Mi padre, un hombre muy bueno, no lo entendió así y tenía muy malas referencias sobre los músicos a los que trataba de bohemios y borrachines. Todo aquel sueño tuvo un mal despertar.
Romy Neyra logró sus objetivos. |
Lo mismo le sucedía a "Romy Neyra". Desde muy niña, ya cantaba en su Coracora querida y donde el arte es propiedad de su gente, pero en el seno familiar había impedimentos. Quizá los mismos motivos nuestros. En lo que si estaba bien es que, lo primordial, era tener una buena educación y lograr la profesión que le asegurara su existencia. Debo deducir que para Romy, la niña, había una mordaza a fin de que no luciera su canto. Es historia que se repite, pero que al fin, y gracias al esfuerzo propio, cambia. Con mucho placer le doy la bienvenida a mi blog "Artistas en el Perú".
Ya estando en la capital y con once años de edad, Romy Neyra sentía la nostalgia del hogar paterno. Lejos de mamá y papá. De la familia querida y de los amiguitos del colegio. Sobre todas estas penas, se imponía su deseo de triunfar en Lima. Llegó la edad juvenil y, a escondidas, participa en actuaciones escolares para regocijarse cantando. Lo tenía prohibido. Estudió canto en el TEA y luego del año, logró ganar una beca para otro más. Participo en actividades culturales y ganó un concurso entre treinta participantes con un contrato para cantar en la peña criolla "El otro Tomasito".
Romy y su primera producción. |
Con el apoyo de una prima querida, la juvenil Romy siguió en su objetivo de cantar. Conoció al Sr. Antonio Durand que le ofreció grabar un disco y ya en plena tarea tuvo que abandonar por desacuerdos familiares. Llegó su época romántica y se casó con el primer y único amor de su vida y con un fruto divino, una bella flor que es motivo de su existencia. Aprendió el Inglés en la Universidad Federico Villareal, de la que egresó como docente en esa especialidad. Lo importante es que jamás dejó el canto. Se las ingenió para sobrevivir y salir adelante en esta Lima que da oportunidades a quien las busca.
Culminó sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos como Química Farmacéutica y dejando el arte por muchos años. Desde el 2017 retornó en busca de su sueño y realizó su primera producción titulada "Me enamoré" con la guitarra de Edwin de la Torre, gran apoyo para ella. A la fecha, incursionado en programas de la televisión como "Misky Taky" y otros. "Romy Neyra" ha sabido vencer las adversidades y siempre de las manos de Dios. Esta no es su historia. Es una simple reseña que dedico a esta dama de Coracora, provincia de Parinacochas, Ayacucho y esperando mayores triunfos. Gracias.
Una excelente mujer y luchadora desde niña a quien admiro por su canto y por superar las vicisitudes de la vida. Le he escrito varios poemas (soy poeta y escritor). Una de mis décimas en honor a ella es este, que le escribí en mayo de este año:
ResponderEliminarJAMÁS SE DÁ POR VENCIDA
(Décimas a Romy Neyra, nuestra cantante ayacuchana)
Jamás se da por vencida,
como toda ayacuchana;
de tarde, noche o mañana
le canta siempre a la vida.
Es nuestra Romy querida
que contra viento y marea
se ha enfrentado como sea
a muchas vicisitudes
demostrando sus virtudes
que como antorcha flamea.
En toda su hermosa historia
vive solo para el canto,
aquella virtud que tanto
la está llevando a la gloria.
Pronto ha de cantar ¡Victoria!
ante el pueblo que la escucha,
aquel que observa su lucha
con ahínco y con tesón
porque tiene el corazón
de mujer experta y ducha.
Conoció al primer amor
cuando era muy jovencita
después de una hermosa cita
que disfrutó con fervor.
Cuando al fin tuvo su flor
con pasión la fue regando
y también le fue entregando
su cuidado y protección,
el canto fue la oración
que su flor vivió escuchando.
Hoy sigue por el camino
del canto y de la alegría,
y con su voz ella envía
lo hermoso de su destino.
Su canto... un hermoso trino
es de un ave celestial
que de forma angelical
se escucha en el mundo entero
porque para ella es primero
nuestra música ancestral.
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Edmundo Pérez Morales (Mariano Bequer)
Lima, 17/05/19